Nutrición animal: ¡Del plato al corazón de tu mascota!

¡Bienvenido de nuevo, Madivetero! 

Si estás aquí, es porque te preocupas por el bienestar de tu peludo amigo tanto como nosotros, y eso nos encanta. En este artículo, vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de la alimentación de perros y gatos, explorando las diferentes opciones para que tomes la mejor decisión a la hora de llenar el plato de tu fiel compañero. ¿Listo para aprender más? ¡Vamos allá!

¿Te has preguntado alguna vez cómo la comida que eliges impacta en la salud y felicidad de tus amigos de cuatro patas? Ambos son cruciales para su desarrollo óptimo.

La respuesta es simple pero poderosa: una nutrición adecuada es la clave para un estilo de vida vibrante y lleno de vitalidad. Es mucho más que un acto cotidiano o una necesidad vital; es un pilar fundamental para el bienestar integral de cualquier ser vivo. 

Pasemos a ver las diferentes opciones con las que contamos:

Alimentación natural o BARF: ¿La tendencia más saludable?

La alimentación natural o casera está en boca de todos, y no es para menos. La dieta BARF, por sus siglas en inglés (Biologically Appropriate Raw Food), es una forma popular de alimentación natural que se basa en proporcionar a tu mascota alimentos crudos, frescos y sin procesar, imitando la dieta natural de los animales en estado salvaje. Incluye carne cruda, huesos carnosos, vísceras, frutas y vegetales. 

¿Ventajas? Puedes tener más control sobre los ingredientes. Tu peludo amigo disfrutará de una dieta rica en proteínas, nutrientes y sabores naturales, mejorará su salud dental, su pelaje y vitalidad. Sin embargo, es importante equilibrar adecuadamente los nutrientes y tener cuidado en su elaboración para no infectarse con bacterias y parásitos, como la Salmonella spp., la Escherichia coli, o el Toxoplasma gondii. Puede resultar un poco más laboriosa y costosa, difícil de conservar si viajas con tu mascota y requiere un poco más de planificación. 

Puedes prepararla en casa o pedir que te preparen menús individuales a domicilio (se ha convertido en un negocio muy demandado). Si está equilibrada, puede ser una opción excelente para tu peludo amigo, pero no olvides siempre consultar primero a tu veterinario de confianza para adaptarte a las necesidades particulares de tu animal.

Alimentación seca: la opción más popular

Ya sea en forma de croquetas o pienso, son la opción más popular por su comodidad, fácil conservación y larga duración. 

¿Beneficios? Contribuyen a la salud dental (favoreciendo la salivación y reduciendo la acumulación de placa con la masticación), son fáciles de almacenar, menos propensas a la contaminación bacteriana y, en general, más económicos. Sin embargo, también pueden contener infinidad de conservantes y aditivos, así como un alto contenido en carbohidratos. ¡Ojo! La clave está en elegir marcas con ingredientes de calidad. 

No olvides leer bien las etiquetas alimentarias antes de lanzarte a comprar nada. No te dejes llevar por la publicidad, comprueba la cantidad real de calorías por porción y los porcentajes reales de cada ingrediente (a veces, un pienso, una lata o una salchicha «de buey», realmente, solo contiene un 3% de buey y el resto son aditivos). 

Importante también elegir un tamaño de grano adecuado a su mandíbula, ya que si es muy pequeño o comen con ansiedad, se lo tragan sin masticar (pudiendo generarse una obstrucción respiratoria, asfixia, síndrome de torsión gástrica, riesgo de problemas dentales o una indigestión). No olvides tener agua limpia y fresca siempre cerca. 

Semihúmeda o húmeda: para los sibaritas

¿Tu mascota prefiere algo más jugoso? Las opciones semihúmedas y húmedas son todo un festín gourmet para los peludos más quisquillosos. Ya sea en forma de latas, sobres o patés, ofrece una opción sabrosa y su textura suave, jugosa e hidratada facilita la ingestión. Es excelente para animales que necesitan mayor palatabilidad o tienen dificultades dentales.

Pero, recuerda, ¡no te excedas! Pueden ser menos equilibradas nutricionalmente, debido a su alto contenido en calorías, aditivos y conservantes. Favorecen la placa dental al quedarse entre los dientes, no son fáciles de conservar en climas cálidos y son más caras. Se recomienda combinarla con alimentos secos para asegurar una dieta balanceada, revisar las etiquetas para garantizar la calidad nutricional y, en caso de cambios en la dieta, hacer una transición gradual para evitar problemas gastrointestinales. 

Alimentación Complementaria: Un Toque Especial

Los snacks y premios complementarios son ideales para mimar a tu amigo. Pero atención, ¡todo con moderación! Pueden desequilibrar la dieta si no se manejan con cuidado. Opta por las opciones más saludables (que promuevan la salud dental, bajos en calorías y sin aditivos artificiales). Recuerda leer siempre las etiquetas y evita caer en la tentación de consentirlos a todas horas, ya que ellos no pararán de pedirlo nunca.

Cómo elegir la mejor opción para tu mascota

  • Consultar a tu veterinario: Antes de cambiar la alimentación de tu mascota, consulta a tu veterinario para determinar las necesidades específicas de tu perro o gato. Cada peludo es único, y las necesidades nutricionales pueden variar. Una alimentación desequilibrada puede llevar a problemas de salud a largo plazo.
  • Lee la etiqueta de ingredientes: Lee las etiquetas para asegurarte de que los ingredientes sean de alta calidad y apropiados para la especie. 
  • Equilibrio nutricional: Asegúrate de que la comida sea completa y equilibrada en términos de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.

Consejos útiles y curiosidades:

  • ¡La hidratación es clave! Si optas por alimentos secos, asegúrate de que siempre haya agua limpia y fresca disponible.
  • Variedad y calidad son la clave para una dieta equilibrada. ¡Combina diferentes opciones para mantener a tu mascota interesada y saludable! Pero no olvides que algunos perros y gatos pueden ser sensibles a ciertos ingredientes, por lo que es importante estar atento a las reacciones adversas después de cambiar la dieta.
  • Cuidado con las intoxicaciones, las alergias y los alimentos prohibidos: algunos alimentos son tóxicos o peligrosos para perros y gatos, como el chocolate, uvas y pasas, cebollas y ajo, aguacate, nueces de macadamia, huesos cocidos, cafeína, alcohol, productos lácteos en exceso, y edulcorantes artificiales como el xilitol. Dependiendo de la cantidad ingerida y del peso del animal, estos pueden causar desde malestar estomacal hasta problemas graves como daño renal, convulsiones y, en casos extremos, la muerte. La conciencia y el cuidado son fundamentales para garantizar la seguridad y salud de las mascotas. Consulta antes a tu veterinario y si sospechas que ha ingerido algo tóxico, busca atención veterinaria de inmediato. 
  • Los perros y gatos tienen necesidades dietéticas diferentes debido a sus diferentes fisiologías. Es por eso que no se recomienda alimentarlos con comida de otra especie, por mucho que les guste (a los perros les encanta la comida de gatos, porque es más sabrosa, pero no es recomendable por su alto contenido en proteínas, grasas, taurina y vitamina A preformada). Todos ellos elementos que también necesitan los perros, pero en menor cantidad. Alimentar regularmente a un perro con comida para gatos puede llevar a deficiencias nutricionales y problemas de salud futuros.
  • La obesidad derivada de una mala alimentación, es un problema común y creciente, con un alto impacto en la salud de nuestras mascotas. La ingesta excesiva de alimentos ricos en calorías y bajos en nutrientes causa un desequilibrio nutricional, a menudo agravado por la falta de ejercicio, que puede llevar a un aumento de peso no saludable y problemas asociados como diabetes, enfermedades articulares y reducción de la calidad de vida. La importancia de una dieta equilibrada, en porciones adecuadas, es crucial para prevenir y abordar este problema, promoviendo su salud y bienestar a largo plazo.
  • Realizar una transición gradual en cualquier cambio de dieta es esencial para minimizar problemas gastrointestinales y facilitar la adaptación a nuevos alimentos. Mezcla pequeñas cantidades del nuevo alimento con el antiguo. Comienza con un 25% del nuevo y 75% del antiguo y observa las reacciones los primeros días (presta atención a cualquier signo de malestar digestivo como vómitos o diarrea), y ve ajustando la proporción (aumenta el nuevo y reduce el antiguo 50-50, luego 75-25). Si hay problemas digestivos, retrocede un paso y permite que su sistema se adapte más lentamente. Si no hay, tras varios días o incluso una semana, según cómo responda tu mascota, puedes pasar completamente al nuevo alimento.

En resumen

¡Infórmate, experimenta, observa y descubre lo que funciona mejor para tu compañero de cuatro patas, siempre con prudencia y seguridad! 

Es crucial revisar las etiquetas para garantizar la calidad nutricional y, en caso de cambios en la dieta, realizar una transición gradual para evitar problemas gastrointestinales. 

Cada peludo es único, por lo que la elección de una opción u otra dependerá de las necesidades y condiciones específicas de tu mascota, sus preferencias y las recomendaciones de tu veterinario. Mantén una dieta equilibrada y de alta calidad para garantizar el bienestar de tu peludo a largo plazo. 

¡Cuida su alimentación y estarás cuidando su felicidad y salud! 

¡Hasta la próxima aventura peluda!

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