¡Atención primaveral, Madiveteros!
La primavera está pegando fuerte este año y trae consigo algunos desafíos alérgicos para nuestros perretes.
Es posible que hayas notado que tu peludo amigo está rascándose más de lo normal y tiene algunos síntomas extraños.
Si es así… Puede que tenga una alergia.
No obstante, no temas: Estamos aquí para ayudarte a entender de manera sencilla y para todos los públicos qué le está pasando.
Las alergias afectan a perros, gatos y personas
Al igual que nosotros, nuestros queridos animalitos también pueden sufrir estos molestos problemas en esta época del año tan bonita.
La naturaleza se llena de flores y colores, pero también de polen y otros agentes que pueden dañar su salud.
Pero, ¿de dónde salen las alergias en los perros o en los gatos?
Las alergias aparecen cuando el sistema inmunológico, que se encarga de protegernos de todo lo que puede causarnos problemas (bacterias, virus, hongos, toxinas…), se emociona demasiado y reacciona exageradamente también ante sustancias inofensivas.
Y ahí es cuando se lía.
Esto ocasiona un gran malestar general, afectando no solo a la salud; sino también al comportamiento y sueño de nuestros perretes, lo que agrava la situación.
¿Y qué puede causar la alergia en tu mascota?
Bueno… las causas pueden ser muchas:
- Desde productos que entran en contacto con su piel, como champús, collares antiparasitarios, plantas, insecticidas o ropa…
- Hasta alimentos que de repente deciden hacer un levantamiento contra el sistema inmunológico de tu peludo, como el trigo, la soja o ciertas proteínas animales.
- Y no podemos olvidarnos de los alérgenos ambientales, como el polen, los ácaros del polvo o los bichitos que pican sin piedad, como pulgas, garrapatas, moscas o mosquitos.
Estas reacciones alérgicas pueden ocurrir en cualquier momento, así que necesitaremos convertirnos en verdaderos detectives para resolver el misterio y descubrir el origen del problema. ¡Juntos, seremos como CSI y Sherlock Holmes, en versión veterinaria! ¡Elemental, mi querido Guau-tson!
¿Cómo detectar la alergia en mi perro?
La primera pista (¡presta atención a esto!) es que algunas razas tienen una especie de «ADN alérgico», es decir, son más propensas a tener alergias. Y qué curioso, los perretes de pelo blanco son los que llevan la delantera en este asunto.
Algunas de las razas más habituales son:
- Golden y Labrador retriever
- Lhasa apso, Shih tzu y Bichón Maltés
- Terriers, en especial el Westy
- Samoyedo
- Dogo Argentino y Dálmata
- Sharp Pei, Bóxer y Pug
- Setter irlandés e inglés
- Caniche
¡Ojo, eso no quiere decir que todos vayan a desarrollar alergias, ni que otras razas se vayan a librar! Solo nos dice que tienen más papeletas.
Y dicho esto, ¿por dónde empezamos?
Nuestro trabajo comienza por observar y anotar los síntomas en nuestro perrete:
- En la dermatitis atópica canina (DAC), tendremos que poner nuestro ojo avizor en su piel, para detectar posibles sarpullidos, picazón y rascado, caspa, enrojecimiento, granitos y/o pequeños bultos, o empeoramiento del pelo. Podremos ver cómo nuestro peque se rasca y muerde frenéticamente para calmar el picor, lo que no hace que mejore la situación.
- Dermatitis por Malassezia en perros y gatos: es una infección por una levadura (un hongo) microscópica presente en la piel y mucosas de los animales, pero que a veces, causa problemas debido a un desequilibrio en la piel. Se activa con el calor, la humedad, la piel grasa y la disminución de las defensas del animal. Puede provocar: otitis, olor rancio, irritación y picazón, piel enrojecida y escamosa, alopecia, habones (bultos), piel de los dedos de color anaranjado y uñas marronáceas, como si estuvieran sucias.
- También podremos notar algunos síntomas internos, como pérdida de apetito y peso, náuseas, vómitos, eructos y flatulencias, diarrea , debilidad y letargo o problemas respiratorios.
¡Pobrecillos, menudo cuadro!
¿Cómo tratamos a un animal con alergia?
Si sospechamos que nuestro amigo de cuatro patas las pasa canutas frente al enemigo, será hora de pedir refuerzos y hacer una visita a nuestro veterinario de confianza para tener un buen diagnóstico y tratamiento personalizados que acabe lo antes posible con el problema.
- Lo primero siempre es hacer una anamnesis completa (una exploración clínica mediante preguntas que nos pongan en contexto), para ir descartando otras posibles dolencias y llegar a un diagnóstico acertado y un tratamiento eficaz.
- Si el diagnóstico es positivo, se pueden recomendar pruebas de alergia, sobre todo alimentarias, para poder detectar y eliminar los posibles alérgenos en la dieta del animal.
Después, según el caso, es posible que se recomiende:
- Una dieta especial de eliminación selectiva de alimentos durante un tiempo para averiguar la causa del problema. Lo más habitual es eliminar los cereales y el pollo.
¿Y si eso no funciona? Un pienso hipoalergénico hidrolizado puede ayudar a evitar que su sistema inmunológico se pelee con las proteínas.
- Es recomendable añadir a la dieta ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, por su efecto antiinflamatorio y protector de la dermis.
- Vacunas personalizadas de las cositas que les molestan, en inyección o líquido para tragar.
- Y si hay lesiones cutáneas, se recomienda el uso de baños medicalizados cada 48-72 h para disminuir así la dosis de medicación.
Resumiendo
Como ves, hay muchas formas de ayudar a tu amigo. Aquí van algunos consejos prácticos más para hacer esta batalla alérgica más llevadera y asegurar la mejor calidad de vida para tu peludo compañero:
- Ante una primera sospecha de alergia se recomienda llevar un diario del animal y reflejar ahí cuándo le ocurre, qué le pasa, cuánto le dura, etc. Nuestra memoria puede fallar y ver todo en conjunto, siempre es de gran ayuda.
- Si observamos que los síntomas se concentran en determinadas épocas del año, puede ser ambiental. Evita las zonas con mayor concentración de plantas, como los campos de cultivo, las gramíneas (plantas de tallos altos y huecos, como el trigo o la cebada), las malas hierbas y árboles en floración, como el olivo.
- Ten al día la cartilla de desparasitación de tu mascota. Recuerda que los parásitos pueden provocar reacciones alérgicas, como la picadura de la pulga. No olvides complementar con collar bajo sus propias instrucciones y pipetas cada 1-3 meses según recomendación veterinaria.
- Cuidado con los productos químicos que utilizamos en casa y en el jardín, ya que pueden ser perjudiciales para ellos.
- Aplicaciones como Allergycast® pueden ayudarnos a conocer el pronóstico diario de polen y evitar las zonas más conflictivas («recalculando ruta…»).
- Evita que se restrieguen en el suelo, el césped y las plantas mientras juegan. Sí, pedimos una misión casi imposible, lo sabemos, por lo que ahí va el siguiente paso…
- Cepillado diario y limpiarles el pelo, especialmente las patas y el hocico, tras el paseo, para eliminar posibles restos de polen.
- Observa atentamente cualquier cambio en su comportamiento y salud. No ignores las señales, ¡eso nunca termina bien!
Recuerda que cada perro es único, al igual que su tratamiento.
Consulta y sigue siempre las recomendaciones de tu veterinario.
¡Nunca automediques a tu mascota ni confíes en remedios caseros! Ya que la cosa se puede liar aún más. Deja que se ocupen los profesionales, que para eso estamos.
Recuerda practicar la observación consciente, mantén buenas rutinas de higiene, vacunación y altas dosis de paciencia y cariño. De esa manera, disfrutarás al máximo del tiempo que compartas con tu peludo y asegurarás que sea de la mejor calidad posible.
Así que, “Keep calm and carry on”, ¡en esta vida todo tiene solución!
¡Mantén la calma y sigue adelante! ¡Tú puedes y, con tu ayuda, tu peludito también!