El verano ya está aquí y con él, legiones de moscas y mosquitos nos acechan en busca de un suculento bocado

¡Hola, hola, Madivetero!

El verano ha llegado con todo su esplendor y con él, un par de enemigos a tener en cuenta: ¡la mosca y el mosquito! Estas criaturas zumbadoras y persistentes pueden ser muy molestas, no solo porque nos pican y perturban con su sonido irritante, posándose sobre todo y todos, sino por su papel como transmisores de graves enfermedades zoonóticas en animales y personas. 

Todos hemos experimentado esa frustrante sensación: intentas relajarte, tomar algo y disfrutar de una agradable tarde veraniega, pero un ejército de moscas y mosquitos hambrientos te acorrala y comienza una lucha épica para proteger tu comida o evitar convertirte en su banquete principal. Y no podemos olvidar esas siestas interrumpidas por una mosca decidida a aterrizar en tu nariz o boca. Incluso en la tranquilidad de la noche, un pequeño zumbido te hace saltar de la cama, consciente de que el enemigo te acecha en la sombra. ¡Te sientes una presa fácil… y lo cierto es que así es!

Bien, pues no somos los únicos que sufren este suplicio, nuestros peludos también y aunque a veces podamos verles dando mordiscos al aire como posesos, no siempre pueden defenderse como nosotros ante estos intrusos voraces y sufren las terribles consecuencias en silencio.

No te preocupes, estamos aquí para ayudarte a combatir a estos pequeños pero matones intrusos veraniegos. ¿Listos para salir zumbando de esa odisea?

¡Divide y vencerás! La primera regla para vencer al enemigo es conocerle 

Aunque moscas y mosquitos son insectos artrópodos voladores, las moscas son de la familia Muscidae, mientras que los mosquitos son de la familia Culicidae. Aquí van algunas diferencias más:

  • Los mosquitos son insectos pequeños (1-10 mm) y delgados, de patas y alas largas, cubierto de escamas y que se alimentan de sangre, mientras que las moscas son insectos más grandes (6-12 mm) y robustos, con patas cortas y gruesas, que se alimentan de una variedad de alimentos, incluída la sangre (solo las hembras). 
  • Los mosquitos tienen un ciclo de vida acuático, depositando sus huevos en agua estancada, mientras que las moscas desarrollan sus larvas en materia orgánica en descomposición.
  • Las moscas son diurnas y los mosquitos, prefieren la caída del sol y la noche. Aunque no son quisquillosos y si nos exponemos, no dudarán en atacarnos igualmente en cualquier hora y lugar. 

Todos tienen un ciclo de reproducción rápido, poniendo cientos de huevos en poco tiempo. ¡Estos pequeños insectos tienen una vida corta (15-30 días), pero pueden causar un gran impacto durante ese tiempo!

Dato curioso: Los mosquitos baten sus alas 600 veces por segundo, de ahí el zumbido agudo que producen al volar.

¿Por qué nos pican?

Sí, sabemos que tienes la sensación de que solo te pican a ti, pero te adelantamos que nada tiene que ver que tengas la sangre más o menos dulce. No les importa si eres dulce o salado, lo que realmente les atrae son cosas como el dióxido de carbono exhalamos al respirar, la transpiración o humedad, el ácido láctico, los desodorantes, cremas, colonias, jabones y detergentes perfumados, el movimiento y el calor corporal. 

¡Así que nadie está a salvo, tampoco nuestros peludos amigos! ya que su respiración, su olor, su calor y sus fluidos corporales les encantan y atraen.

Dato curioso:  Solo las hembras de moscas y mosquitos “pican” y se alimentan de sangre, mientras que los machos se alimentan de néctar, jugos de plantas o desechos. Poseen un “radar” quimiorreceptor en sus antenas que les permite detectar fuentes de CO2 a una distancia de hasta 50 m.

Por cierto, si eres un ávido bebedor de cerveza, debes saber que tienes puntos extra para ser el crush perfecto de estos insectos, ya que hay estudios que avalan su predilección por esta bebida.  

¿Dónde se esconden?

Estos insectos prefieren las zonas cálidas y húmedas, con vegetación, animales, cerca de lodo y desechos orgánicos. Huyen del viento y se esconden en grietas y huecos de piedra o madera, sótanos oscuros o establos. 

¿Son todos peligrosos?

En el mundo hay más de 3.500 especies diferentes de mosquitos que se nutren de sangre de animales y personas para la reproducción de sus huevos. Aunque la mayoría no representan un peligro directo, desempeñan un papel importante en la transmisión de enfermedades zoonóticas, como la malaria canina (la babesiosis), la leishmaniosis o la dirofilariasis (gusano del corazón).

De igual modo, existen más de 110 mil especies de moscas, pero no todas son mordedoras y un peligro para la salud. En la península ibérica encontramos la mosca negra y la mosca del establo, dos especies que sí se alimentan de sangre y la mosca de la carne y la mosca de la fruta que pueden provocar infecciones y transmitir enfermedades, como miasis o Thelazia (gusano ocular). 

¿Cuáles son los síntomas de una picadura de mosca o mosquito?

Pueden causar: enrojecimiento, hinchazón y picazón, anemia, dolor y, en algunos animales y personas, reacciones alérgicas graves (shock anafiláctico), que requieren atención veterinaria inmediata. Los síntomas de esta reacción son nerviosismo, diarrea, vómitos, dificultad respiratoria, debilidad e hinchazón, enrojecimiento o picazón en la zona afectada por la picadura.

Dato curioso: La mordedura de una pequeña mosca negra puede ser mucho más dolorosa que la de un gran mosquito, ya que las moscas muerden y desgarran la piel dejando una gran herida, en lugar de un pequeño picotazo.

¿Qué hacer si encuentro una picadura en mi peludo amigo?

Si encuentras una picadura en tu perro, puedes aliviar el dolor, picor e hinchazón con un cubito de hielo envuelto en un pañuelo, lavar la zona con agua y jabón para evitar infecciones y observar su evolución. 

¿Qué no hacer?

¡No te pongas nervioso! la mayoría de veces no pasa del susto. Pero, debes seguir vigilando a tu peludo de cerca y, si el cuadro empeora, no esperes y acude al veterinario. Evita aplicar remedios caseros, ya que la mayoría no funcionan y pueden empeorar la situación o retrasar un tratamiento efectivo. 

Dato curioso: Cuando te encuentras con una picadura en tu perro, es normal que se te pongan los pelos de punta y rápido pienses en la leishmania. ¡Pero espera un momento! Antes de correr al veterinario a hacer un test, déjame contarte un secreto. La seroconversión o detección de anticuerpos en sangre lleva tiempo, ya que la respuesta inmunológica del cuerpo ante la infección no es inmediata. Hacer un test demasiado pronto, podría dar un falso negativo, cuando en realidad si existe infección, pero los niveles de anticuerpos están demasiado bajos aún para detectarse. 

En lugar de eso, mantén la calma, observa a tu perro en los días siguientes y busca síntomas sospechosos. Si los encuentras o el animal ha estado expuesto a áreas endémicas, entonces es momento de visitar a tu veterinario, hacer el test y tomar las medidas necesarias. Recuerda que la paciencia y la observación cuidadosa son esenciales para el cuidado de tu mascota.

Importante: Nunca utilices productos repelentes para humanos, la casa o el jardín sobre tus mascotas, ya que pueden ser muy peligrosos y perjudiciales para ellos.

¿Cómo evitar que nos piquen?

  • Usa repelentes adecuados para perros y gatos (pipetas, collares, spray), siguiendo las instrucciones del producto y de tu veterinario.
  • Realiza exámenes veterinarios regulares y sigue los protocolos de desparasitación y vacunas recomendados.
  • En el interior del domicilio: Apaga las luces si tienes las ventanas abiertas. Utiliza aire acondicionado, ventiladores (corrientes de aire) y mosquiteras en ventanas y puertas. Si es necesario, usa difusores de insecticida eléctricos.
  • En terrazas y patios: Evita el riego excesivo y el acumulo de agua en recipientes. Los bebederos de perros y gatos deben vaciarse, limpiarse y rellenarse a diario para no dar lugar a que se produzca la reproducción del mosquito en ellos. Mantén las fuentes, estanques y piscinas limpios y desinfectados. Plantas como la lavanda, la albahaca, el romero, la citronela, el eucalipto y la menta, son repelentes naturales de insectos. Evita dejar bolsas de basura o materia orgánica fuera.
  • En salidas a la calle: Evita salir al anochecer y al amanecer o paseos por zonas de agua estancada, como arroyos, lagunas o ríos, así como que los animales duerman fuera de noche. Usa ropa que cubra la piel, evita colores oscuros y brillantes, usa repelentes seguros y evita olores corporales fuertes, colonias dulces o productos perfumados para el pelo.

Dato curioso: Hay ropa y accesorios con tratamientos repelentes de insectos, así como collares y bandanas para tus mascotas. Pero espera, ¡hay más! Puedes hacer tus propios repelentes naturales en casa: solo necesitas aceite de citronela, de eucalipto y de lavanda. Mézclalos en un atomizador y rocía tu hogar, áreas de descanso al aire libre y unas gotas diluidas en agua sobre la cama de tu mascota para mantener a raya a los mosquitos. También se usa como repelente el aceite de Neen y el aceite del árbol del té, éste último tiene muchísimos efectos (insecticida, antifúngico, antibacteriano… lo puedes usar para casi todo).

Moscas y mosquitos peligrosos en España

En España, los mosquitos y moscas más relevantes que pueden representar riesgos para la salud de nuestros animales y la nuestra son:

Mosquito del género Phlebotomus (Psychodidae)

Conocidos como flebotomo o mosca de la arena es un mosquito muy pequeño y complicado de ver a simple vista (1-3 mm), es delgado, rápido y se encuentra en áreas rurales y boscosas (zonas cálidas y húmedas). Tiene un cuerpo pálido claro y alas pilosas. Pueden transmitir la Leishmaniasis, una enfermedad parasitaria grave, crónica y zoonótica.

Mosquito tigre (Aedes albopictus)

Una especie invasora, de tamaño mediano (5-10 mm), cuerpo negro y rayas blancas en patas y cuerpo. Prefiere áreas urbanas y suburbanas, vegetación y agua estancada. Aunque su principal preocupación son las enfermedades transmitidas a los humanos (dengue o Zika), también puede contagiar a perros y gatos con el parásito Leishmania y el Dirofilaria immitis (gusano del corazón).

¿Cuáles son las posibles enfermedades que transmiten?

La Filaria o Dirofilariosis, conocida como el gusano del corazón

Una enfermedad grave y potencialmente mortal, causada por el parásito Dirofilaria immitis. Se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados. Afecta principalmente a perros y gatos, pero también a otros animales y a las personas. El parásito se aloja en el lado derecho del corazón y las arterias pulmonares, causando problemas cardíacos y respiratorios. También puede dañar el hígado, los riñones e incluso, causar la muerte. 

Los síntomas pueden incluir: tos, dificultad para respirar, pérdida de peso, cojeras, fatiga, somnolencia, ataques epilépticos, expulsión de sangre, acumulación de líquido en el abdomen y síncopes. 

El diagnóstico se realiza principalmente mediante pruebas de sangre antigénicas y de anticuerpos u otras pruebas complementarias, como radiografías del tórax o ecocardiogramas, pero a diferencia de los perros, en los gatos es más complicada de detectar y aún con pruebas de imagen, los gatos pueden ocultar la enfermedad. Se recomienda realizar pruebas de detección anuales. 

El tratamiento puede incluir medicación específica, antiinflamatoria y, en casos graves, cirugía, hospitalización y reposo absoluto. La detección y tratamiento tempranos son clave para la recuperación y para reducir las complicaciones. ¿La mala noticia? Todavía no existe un tratamiento eficaz para los gatos, ya que no toleran bien este tipo de mediación.

Dato curioso: Sin tratamiento, en su fase adulta, el gusano del corazón puede alcanzar hasta 35 cm de longitud.

La Leishmaniasis

Una enfermedad zoonótica grave y crónica transmitida por la picadura de un flebotomo infectado por el parásito Leishmania infantum. Afecta el sistema inmunológico, los órganos internos, la piel y membranas mucosas de animales y personas. 

Los síntomas pueden tardar años en manifestarse, incluyendo: lesiones cutáneas persistentes, alopecia, piel seca, crecimiento excesivo de las uñas, pérdida de apetito, peso y masa muscular, debilidad, anemia, problemas oculares, renales y hepáticos, ganglios inflamados y cojera. La gravedad depende de la cantidad de parásitos presentes en el cuerpo del animal y de la respuesta que haga el animal frente al parásito (respuesta humoral Vs respuesta celular). Puede afectar diversos órganos y en casos graves puede ser mortal. 

El diagnóstico se realiza mediante pruebas serológicas y el tratamiento es más efectivo si se detecta tempranamente. La prevención se puede lograr a través de la vacunación, desparasitación regular, uso de collares antiparasitarios específicos y/o pipetas. 

Si quieres saber más acerca de esta enfermedad, puedes consultar nuestro artículo dedicado a la Leishmania.

Dato curioso: Algunas razas de perros, como el bóxer, el pastor alemán, el rottweiler y el cocker, son más propensas a complicaciones.

Mosca de los establos (Stomoxys calcitrans)

También conocida como mosca brava o de la paja, se encuentra en áreas con estiércol y desechos. Se alimenta de sangre y su picadura es muy dolorosa, sobre todo en orejas, hocico y patas, causando irritación, hinchazón y costras. Puede transmitir miasis o una hidatidosis, también conocida como equinococosis o quiste hidatídico, una enfermedad parasitaria grave provocada por gusanos (tenia intestinal). 

Mosca negra (Simulium spp.)

Común cerca de ríos y arroyos, son pequeñas y compactas, de cuerpo oscuro, alas ahumadas y mandíbulas dentadas. Causa dolor, irritación, ronchas, edemas y picor, especialmente en orejas y hocico. Aunque no transmite enfermedades graves, su picadura puede complicarse con miasis y reacciones alérgicas. 

Mosca de la carne (Lucilia spp.)

De cuerpo brillante y color azul o verde metálico, tiene una atracción por los tejidos en descomposición y las heridas abiertas, depositando sus huevos en ellas. Las larvas se alimentan del tejido, causando daños e infecciones. 

Moscas de la fruta (Steganinae)

De color claro o amarillento, a pesar de su nombre y tamaño (2-4 mm), se alimentan de las secreciones lacrimales de animales y pueden transmitir el gusano ocular Thelazia callipaeda. 

Algunas de las enfermedades que pueden transmitir son:

Larva migrans visceral

Un gusano intestinal o tenia transmitida por la mosca de los establos, en entornos rurales o cerca de granjas. 

Los signos de alerta incluyen enrojecimiento, inflamación y picazón en la piel, y en casos más graves, lesiones cutáneas y migración de las larvas a los tejidos y órganos internos, así como problemas digestivos y respiratorios. 

El tratamiento implica el uso de medicamentos antiparasitarios para eliminar las larvas y controlar los síntomas. En casos graves, puede ser necesaria cirugía para extraer las larvas.

Para prevenirlas, es importante mantener una buena higiene en el entorno de los animales y evitar el acceso de insectos a los alimentos, ya que pueden defecar larvas o huevos en ellos. 

Las miasis

Infecciones causadas por huevos y larvas de moscas, mosquitos y tábanos  que se desarrollan en tejidos muertos, heridas abiertas (como el ombligo de animales recién nacidos) o en orificios húmedos y calientes, como los oídos. 

Los síntomas incluyen: inflamación, dolor, secreción e infecciones, una necrosis de la piel (muerte de tejido), olor desagradable, y en casos graves fiebre, shock e incluso la muerte.

El tratamiento implica eliminar larvas y huevos, limpiar y desinfectar minuciosamente la herida, quitar cualquier tejido muerto, y si la extensión de la lesión es muy amplia habría que hacer una cura quirúrgica. Administrar fármacos para asegurar la eliminación completa de las larvas y antibióticos si hay infección. 

Se puede prevenir cubriendo las heridas o si no es posible, aplicando sobre ellas un repelente adecuado para evitar que se posen.

La Thelazia o «gusano del ojo»

Un gusano redondo (nematodos) transmitido por moscas y mosquitos, que se aloja en la superficie del ojo y tejidos adyacentes de animales y personas, causando diversos problemas. 

Dato curioso: Esta enfermedad empezó hace unos 15 años en la comarca de la Vera (Cáceres) y se cree que fue traída por perros de caza italianos. Aunque hace unos años no era frecuente verla en la zona de Toledo, ahora sí empiezan a verse más casos, por lo que ¡estad atentos! 

Los síntomas más comunes incluyen: irritación y enrojecimiento ocular, conjuntivitis, inflamación, lagrimeo excesivo y picazón en el área del ojo. Si no se trata a tiempo, causa úlceras corneales, daño ocular e incluso ceguera.

El diagnóstico se realiza mediante una inspección minuciosa del ojo y los tejidos circundantes con instrumental específico. 

El tratamiento implica la extracción de los gusanos por parte del veterinario, junto con medicamentos antiparasitarios (para eliminar las posibles larvas microscópicas que no se vean y no se puedan quitar a simple vista), y tratar cualquier infección o daño ocular asociado.

Para prevenirlo, se recomienda mantener limpio el entorno del animal, su comedero (libre de restos de comida) y su ropa de cama y mantas (lavarlas regularmente para eliminar huevos de mosca, olores y manchas que las atraigan), alejarlos de las basuras y aguas estancadas, usar un buen repelente de insectos, y bañar y cepillar al animal, al menos una vez a la semana para evitar olores fuertes y secreciones.

En conclusión, ¡protege a tus compañeros peludos de zumbidos indeseados! Recuerda que no sólo causan irritación y molestias, sino también enfermedades. Mantén el entorno limpio, utiliza repelentes recomendados por el veterinario y acude a consulta si notas picaduras o síntomas preocupantes. 

¡Con prevención y cuidado, podemos mantener a nuestras mascotas felices y protegidas de estos intrusos alados!

¿Te hemos ayudado? ¿Nos compartes?