Amor peludo: Cómo encontrar la raza perfecta para ti

¡Bienvenido de nuevo, Madivetero! 

Si estás considerando la posibilidad de sumar un compañero peludo a tu vida, estás a punto de emprender una emocionante travesía. Elegir a tu compañero de cuatro patas es una de las decisiones más cruciales y gratificantes que tomarás, y estamos aquí para ayudarte a tomar la elección perfecta. Así que, prepárate para conocer todos los secretos y detalles que te ayudarán a encontrar tu «match» en el mundo canino.

¿Eres de los que se enamoran a primera vista?

Enamorarse a primera vista en el mundo “peludo” es común, ¿verdad? ¿Quién puede resistirse a cualquier adorable cachorro o no ha soñado con tener esa raza que consideramos perfecta a nuestros ojos? Sin embargo, antes de sucumbir a la ternura de esos ojitos peludos, es fundamental recordar que tu nuevo amigo estará contigo durante muchos años. Entonces, ¿cómo puedes estar seguro de que sois el uno para el otro?

Comienza por evaluar tu estilo de vida

Cada raza tiene sus propias necesidades de ejercicio, entrenamiento y cuidados. Asegúrate de que puedes proporcionar lo que tu futura mascota necesitará. No sería justo para ninguno de los dos si eliges un perro activo y tú eres más del tipo hogareño, o viceversa. Esta discrepancia podría dar lugar a ansiedad y problemas de comportamiento que preferiríamos evitar.

Ten en cuenta también que los perros tienen necesidades emocionales y sociales distintas. Algunos son eminentemente independientes, mientras que otros son increíblemente leales y buscan estar cerca de ti en todo momento. Ignorar estas diferencias puede generar desafíos en la relación.

Dicho esto, te planteamos algunas preguntas para ayudarte a tomar la mejor decisión:

¿Disfrutas socializando o eres más de hola y adiós?

Si eres una persona extrovertida, es probable que disfrutes de razas más amigables y sociables, con las que salir a buscar nuevos amigos y explorar  nuevos horizontes. Algunas opciones podrían ser los Jack Russell, Labradores, Golden Retrievers, West Highland y Dachshund. Si eres más introvertido, es posible que te sientas más cómodo con una raza tranquila, que no vaya pregonando que está abierto al amor, amistad o lo que surja.

¿Te consideras un culo inquieto o prefieres mantita y peli?

Si amas el deporte y las actividades al aire libre, razas energéticas como el Border Collie, Dálmata, Jack Russell Terrier o Braco de Weimar son tu tipo. Si disfrutas más de la calma, dentro y fuera de casa, considera una raza que no necesite un ejercicio intenso para mantenerse contenta, como un Pug, Carlino, Basset Hound, Yorkshire, Bulldog Inglés, Bichón Maltés o Gran Danés.

¿Valoras el silencio en casa?

Adelantémonos a la realidad: ningún perro es completamente silencioso. Sin embargo, algunas razas son conocidas por ser más vocales que otras. Por ejemplo, Chihuahuas, Pomeranias, Yorkies y perros pastores de Shetland son propensos a ladrar ante cualquier estímulo. En contraste, el Basenji es famoso por ser el perro más silencioso.

¿Tienes tiempo para cuidar y jugar con tu nuevo compañero?

Los perros, como las personas, necesitan ejercicio mental y físico para mantenerse saludables y felices. No importa el tamaño ni la raza, todos requieren atención, educación y socialización.

Algunas razas son más independientes, como los Shar pei, Akita Inu o Whippet, mientras que otras son incansables y necesitan más estímulo, como los Border Collie, Bóxer (los eternos cachorros), Dálmata, Pastor Alemán o el Belga Malinois, los Retriever, Beagle, Cocker Spaniel y los Pointer. Asegúrate de que puedes satisfacer sus necesidades.

¿Tienes niños u otras mascotas en casa?

Al igual que las personas, los animales tienen personalidades únicas, pero si atendemos a la cría selectiva a lo largo de la historia, podemos encontrar cierta predisposición a un determinado temperamento que les haga ser más tolerantes, amigables y compatibles con niños y otros animales, como son los Retrievers, Collies, Bóxer (considerado «perro niñera») o Basset Hound. Otras razas pueden ser más territoriales o sensibles a estas interacciones impredecibles y ser más impulsivos, como el Alaska Malamute, el Rottweiler o el Cocker Spaniel dorado.

Algunas razas pueden tener más dificultades a la hora de comunicarse adecuadamente con otros animales, como las razas braquiocefálicas, las de cola corta o las de complexión corpulenta tipo bull. Sin embargo, es importante recordar que estas generalizaciones son orientativas, y lo mejor es evaluar a cada perro individualmente y considerar sus circunstancias particulares. La socialización puede resolver muchos de estos posibles problemas, pero igualmente, recordamos que nunca se debe dejar sin supervisión a ningún animal, por bueno o educado que esté.

¿La obediencia es importante para ti o valoras la independencia?

Si eres un dueño primerizo, es posible que prefieras una raza que sea dócil y receptiva al entrenamiento. Algunas razas requieren más paciencia y repeticiones para aprender, como el Basset, Chihuahua, Bulldog Inglés, Chow Chow, Galgo Afgano y Pekinés. Otras razas, como los Collies, Perros pastores, Dóberman, Retriever y Rottweiler, son más rápidas en comprender.

¿Tienes alergias o problemas de salud?

Si alguien en tu hogar es alérgico o deseas prevenir problemas de alergia, elige una raza hipoalergénica o que no suelte mucho pelo y saliva (principales alérgenos, junto con la piel, orina y caspa perruna). Ejemplos de estas razas incluyen el Bichón Frisé, Bichón Maltés, Perro de Agua Español, Caniche, Schnauzer y Shih Tzu.

No obstante, lo suyo es que te hagas una prueba de alergia (siempre te puedes sorprender).

¿Estás preparado para enfrentar posibles problemas de salud o te da urticaria solo con pensar en ir al veterinario?

Algunas razas son comúnmente llamados “pupas”, ya que son más propensas a ciertos problemas de salud: oculares, como los Retriever, Bichón, Shih Tzu o Caniche; dermatológicos, como el Shar-Pei, Bulldog, Dálmata y Bóxer; de articulaciones, como displasias en Dogos, Mastines, San Bernardo, Pastores y Retriever; respiratorios, en braquicéfalos como Carlino, Bulldog y Bóxer; problemas de parto en razas pequeñas o predisposición a la sordera en perros albinos y de pelo blanco. Esto puede resultar en gastos significativos en atención veterinaria, tiempo y cuidados. Investigar y estar preparado para estos desafíos puede ser esencial.

La adopción de un perro es un compromiso a largo plazo

Puede que sea más de una década de cuidados, gastos y paseos diarios, con o sin pareja, hijos o trabajo. Si no estás completamente seguro de querer o poder asumir esta responsabilidad, te recomendamos que no te dejes llevar por la emoción del momento y te informes bien antes, para evitar decisiones impulsivas y arrepentimientos futuros. Asegúrate de estar dispuesto a cuidar a tu nuevo amigo durante toda su vida y prepárate para los cambios que esto conlleva.

¿Eres de perros grandes o te van más los peques?

No permitas que el tamaño te engañe. Tener un perro grande o gigante puede suponer un desafío mayor en términos de longevidad (hasta 8 años menos de esperanza de vida), costes de alimentación, manejo y movilidad, por no hablar del tamaño de las cacas. Por otro lado, las razas con patas muy cortas, como los Basset Hound o los perros toy (razas mini), pueden ser más vulnerables a lesiones al subir y bajar escaleras o saltar de muebles, llegando incluso a morir por una caída tonta o el susto de un fuerte petardo.

El clima en tu área también influye en la elección

Al igual que las condiciones de tu hogar, el clima donde vivas influirá en el bienestar de tu animal. Razas con poca grasa corporal o pelo corto, como el Galgo italiano (Lebrel), Pincher, Chihuahua o Pitbull, tienen menos tolerancia al frío y podrán sufrir hipotermias fácilmente, mientras que las razas mejor adaptadas al frío por su pelaje e índice de grasa corporal, como el San Bernardo, el Husky Siberiano o el Chow chow, podrán sufrir golpes de calor rápidamente en zonas con climas más cálidos.

¿Prefieres un cachorro o un perro adulto?

Ambas etapas tienen sus pros y contras. Los cachorros son adorables, puedes verlos crecer y moldear su comportamiento desde cero, pero conllevan costes adicionales en atención veterinaria (como desparasitaciones, vacunas, identificación y esterilización). Por otro lado, un perro adulto tiene su carácter ya definido, lo que puede ser un desafío para los dueños novatos y los perros de edad avanzada pueden requerir cuidados especiales, así que esta es una consideración importante al tomar tu decisión. 

Habla con expertos

Antes de tomar una decisión habla con veterinarios, entrenadores de perros y dueños experimentados de la raza que te interesa. Ellos pueden proporcionarte información valiosa sobre lo que puedes esperar y cómo prepararte para el cuidado de esa raza en particular. Y recuerda que, elijas lo que elijas, todos los perros pueden seguir aprendiendo y adaptándose a lo largo de sus vidas. 

¿De raza pura, cruce o mestizo?

Las razas de pedigrí ofrecen cierta previsibilidad en cuanto a tamaño, pelaje, personalidad, nivel de energía y posibles problemas de salud asociados a la raza. Por otro lado, los perros de cruce (padres de diferentes razas) pueden ser una caja de sorpresas. Los mestizos, a menudo llamados «chuchos», a pesar de su origen incierto, tienden a ser más saludables y a vivir más años debido a su gran diversidad genética.

¿Adoptar o comprar?

La adopción en refugios de animales es una opción gratificante y ética, aunque es poco probable que encuentres cachorros o perros «de raza pura». Si decides comprar, asegúrate de que el criador esté registrado y cumpla con la nueva legislación.

¿Macho o hembra?

Las diferencias de género son sólo una parte de la ecuación (se dice que las perras son más cariñosas, mientras que los machos son más independientes, dominantes, territoriales y corpulentos). La personalidad de tu perro dependerá de su propia naturaleza, la dedicación que le brindes y su socialización. No dejes que esto sea un factor determinante en tu elección.

¿Puedes lidiar con un poco de limpieza extra?

Algunas razas son más para dueños «todoterreno», que para dueños demasiado exigentes con la limpieza y el orden, generando babas constantes, pelo por toda la casa, y malos olores corporales (por pliegues y lagrimeo en la cara) o incluso flatulencias más frecuentes. Algunas razas de pelo largo pueden requerir cuidados adicionales para mantener su pelaje saludable y razas braquicéfalas (hocicos chatos y mofletes colgantes), pueden sacudirse y babear techos y paredes.

Recomendaciones Finales

En resumen, no existen razas mejores o peores, solo razas que encajan mejor contigo. Tómate tu tiempo para elegir la que se ajuste mejor a tus necesidades, características y estilo de vida. Aunque esa carita peluda sea irresistiblemente tierna, intenta tomar la decisión con la mente fría, sopesando todos los factores y no solo tus emociones. 

Recuerda que ser dueño de un peludo implica compromiso, amor y cuidado constantes, sin importar la raza que elijas. Si lo haces con responsabilidad, forjarás un vínculo sólido y duradero con tu nuevo amigo peludo, y vivirás una de las experiencias más maravillosas de tu vida. 

Así que, prepárate para abrir tus brazos a un mundo lleno de amor y aventuras peludas.

¡Buena suerte en tu búsqueda!

¿Te hemos ayudado? ¿Nos compartes?