Fiestas peludamente perfectas: 10 consejos para celebrarlas con tus mascotas de forma inolvidable y segura

¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo, Madiveteros!

Las luces parpadeantes, los adornos brillantes y el aroma a delicias navideñas nos envuelven en una atmósfera única durante estas fechas. Pero, ¿cómo afecta todo esto a nuestros queridos animales? Las festividades pueden ser un torbellino de estímulos y experiencias nuevas para ellos, con desafíos que van desde ruidos estruendosos hasta la tentación de las delicias prohibidas. Es nuestro deber como amantes de los animales asegurarnos de que ellos también disfruten de estos momentos mágicos de manera segura y feliz.

Aquí te dejamos 10 consejos para conseguirlo:

1. ¡Entrena su oído!

Si quieres disfrutar al máximo de tu peludo durante las fiestas, debes saber que su oído es cuatro veces más potente que el nuestro, por lo que deberás entrenarlo previamente para tolerar ruidos extraños y que pueda enfrentar con valentía los ruidos festivos. 

Comienza en casa, reproduciendo grabaciones suaves de petardos, fuegos artificiales, bullicio, niños, tráfico, bares, etc. Ve aumentando gradualmente el volumen mientras lo acaricias y le brindas premios por su calma. Lo ideal es empezar desde pequeños.

En la calle ante ruidos que le abrumen, háblale con suavidad e intenta distraerlo de forma positiva. Si no funciona, llévalo a un lugar más tranquilo y alejado del ruido. 

2. ¡El rincón de la calma!

No siempre podemos evitar el ruido dentro y fuera de casa, por lo que es imprescindible saber crear donde se necesite, un rincón acogedor para nuestro peludo donde se sienta seguro durante los momentos más ruidosos de la temporada. 

Si estás en casa, retiraos a una habitación tranquila y usa música suave, aromaterapia o incluso mantas ponderadas (mantas con peso) para calmar sus nervios. Si es fuera de casa, lleva consigo su juguete favorito, su manta y chuches para recrearlo fuera, y permanece con él hasta que se calme. 

3. ¡Cuidado con las multitudes!

Asegúrate de llevar la manta o juguete favorito de tu peludo amigo a vuestros eventos festivos. Si notas que se pone nervioso, llévalo a una habitación tranquila, dale su espacio y permítele relajarse antes de volver a la celebración. Evita premiar el nerviosismo y reconoce la diferencia entre emoción y ansiedad. Las multitudes, olores nuevos y ruidos extraños pueden abrumarlo, así que mantente vigilante. 

Prioriza la seguridad de tu peludo en todo momento. Evita las multitudes y calles excesivamente abarrotadas de gente o tráfico durante vuestras salidas donde fácilmente podrían pisarlo, quemarlo accidentalmente con un cigarro o sufrir algún golpe. Si es pequeño, llévalo en brazos durante esos tramos, y si no es posible, elige otra ruta menos concurrida.

4. ¡Ande yo caliente, ríase la gente!

Antes de emprender cualquier salida, asegúrate de que tu peludo esté protegido con una prenda acorde a la temperatura exterior y adaptada a sus necesidades, especialmente en los días más gélidos. Los abrigos y botines para animales no son un capricho, son una necesidad sanitaria según la raza y el clima. Comprueba que estén cómodos con estas prendas antes de salir, y no olvides secar y examinar sus patas al volver en busca de posibles lesiones, molestias o residuos indeseados.

Recuerda que tus peludos caminan «descalzos» y durante las fiestas, es fácil encontrar sorpresas desagradables en el suelo, como cristales o cigarros sin apagar. ¡Prevenir es clave para que ambos disfrutéis al máximo de vuestros paseos! 

5. ¡Nuevos amigos, pero con cautela!

Si esperas visitas con otras mascotas, organiza encuentros previos en un lugar neutral, como un parque. Lleva premios y juega para que asocien estas interacciones con cosas positivas. Introducir gente o animales desconocidos en casa, o visitar lugares nuevos por primera vez, puede resultar abrumador para tu peludo. 

¡Asegúrate de entrenar adecuadamente su socialización antes y aconseja a los demás sobre cómo interactuar con él! Que no le agobien y ante cualquier señal de ansiedad o estrés (como relamerse constantemente, jadear, temblar, apartar la cara al toque, alejarse, erizar el pelo, gruñir, etc.) dejad las presentaciones para otro momento y llévalo a un lugar tranquilo. ¡No lo fuerces ni lo expongas a situaciones para las que no haya sido preparado antes! 

6. ¡Un mal dulce al año puede hacer mucho daño! 

Para evitar que tu mascota se lance sobre los tentadores restos de comida, ya sea en el suelo o la mesa, practica comandos de obediencia como «no», “suelta” y «quieto». Refuerza positivamente cuando obedezca y distráelo con premios permitidos. 

Asegúrate de que la comida para humanos esté fuera de su alcance y advierte a los invitados sobre la importancia de no darle nada fuera de su dieta. Algunos alimentos festivos, como chocolate, uvas, cebollas, ajo, huesos cocidos, nueces de macadamia, alcohol, aguacate y alimentos ricos en grasa son tóxicos para los animales, pudiendo causar desde problemas digestivos hasta insuficiencia renal. Ante cualquier duda sobre la seguridad de un alimento, es mejor abstenerse. 

Mantén la calma y sé firme en negarle alimentos peligrosos. Si la petición persiste, retíralo a un lugar tranquilo para evitar la tentación. Si sospechas que tu mascota ha ingerido algo tóxico, busca asistencia veterinaria de inmediato.

7. ¡Evita que tu peludo se convierta en el Grinch!

Protege tu árbol de Navidad, chimenea y decoraciones utilizando redes o barandillas, y coloca los objetos más valiosos fuera de su alcance, porque para ellos, todo es un juguete potencialmente divertido. Nunca utilices elementos decorativos para jugar con tu peludo (espumillón, bolas de navidad, cojines, etc.), a menos que no te importe que los descuartice en cuanto salgas por la puerta. Recuerda que después de la travesura, no entenderán por qué los regañas.

Si tienes planes para salir, asegúrate de agotar sus energías primero con un largo paseo y ten a mano juguetes interactivos y huesos masticables para mantenerlo entretenido en tu ausencia. La autonomía es clave, así que acostúmbralos gradualmente a quedarse solos. No subestimes el poder del aburrimiento y los cambios de rutina en estas fechas; pueden desencadenar comportamientos inesperados. 

8. ¡Regalitos navideños perrunos!

¡Pelotas masticables! 

Solo necesitas camisetas o calcetines viejos y una pelota de tenis para crear un juguete irresistiblemente masticable. Corta las camisetas o calcetines en tiras y envuélvelas alrededor de la pelota, asegurando un nudo en cada extremo. Este juguete no solo fomenta la actividad física, sino que también contribuye a mantener sus encías saludables. ¡Asegúrate de supervisar el juego para evitar ingestas no deseadas! 

¡Alfombra olfativa casera! 

Solo necesitas una alfombra antideslizante, ropa vieja, tijeras y golosinas para perros. Corta la tela en tiras y átalas a la alfombra, escondiendo las golosinas entre los nudos. ¡Listo para la diversión! Observa cómo tu perro explora y busca las deliciosas sorpresas. Esta actividad no solo estimula su sentido del olfato, sino que también le proporciona entretenimiento y estimulación mental.

9. ¡Regalitos navideños gatunos!

¡Pelotas antiestrés! 

Transforma calcetines viejos en juguetes irresistibles para tu minino. Llena el calcetín con catnip (hierba gatuna) y relleno de cojines, átalo para formar una pelota o un saquito y ¡prepárate para el espectáculo! Observa cómo tu gato se vuelve loco con su nuevo juguete. Este juguete estimula el juego y la exploración, así como dosis infinitas de satisfacción. ¡Ajusta el tamaño a sus preferencias y regálale horas de diversión felina!

¡Fuerte de cartón! 

Solo necesitas cajas de cartón (las de Amazon son perfectas), cinta adhesiva y mucha imaginación. Conecta las cajas para crear torres y pasadizos, y corta aberturas estratégicas para que tu felino pueda explorar su nuevo reino. Añade cojines suaves o mantas para mayor comodidad e introduce pelotitas, cascabeles y chuches por los orificios. Este castillo casero no solo se convertirá en el escondite perfecto, sino que también ofrecerá horas de juego y descubrimiento para tu minino. 

10. ¡Cuida las rutinas!

En estas festividades, con tanto trajín y emociones, es fácil dejar de lado las rutinas de tus peludos compañeros: las salidas a la calle, su alimentación, los ratos de juego y ese tiempo especial juntos. Pero en su mundo peludo, la estabilidad y la previsibilidad son como un abrazo reconfortante; mantener esas rutinas tanto como sea posible es la clave para su bienestar. ¿El secreto? Cuando sigues sus horarios habituales, tu mascota se siente más segura, menos estresada y evita esos comportamientos no deseados como la ansiedad o la agresión. ¡Imagina su alegría al saber qué esperar! Así que, a pesar de la vorágine festiva, recuerda que mantener las rutinas de tus mascotas es el mejor regalo para su felicidad.

Y con estos consejos, nos despedimos hasta el año que viene con el propósito de ser cada día, un poco más conscientes de lo afortunados que somos por poder compartir la vida junto a nuestros peludos compañeros: seres puros de los que aprender que vivir y disfrutar del momento “presente” es el mayor de los regalos. 

Os deseamos unas fiestas increíbles y que el próximo año os traiga aún más momentos de amor y felicidad junto a vuestros fieles compañeros. 

¡Felices fiestas y un próspero Año Nuevo, Madiveteros!

¿Te hemos ayudado? ¿Nos compartes?