¡Atención, amantes de las mascotas! Hoy vamos a hablar sobre algo muy importante pero a menudo olvidado: ¡la salud dental de nuestros amigos peludos!
Seguro sabes que nuestros peluditos, al igual que los bebés humanos, tienen una fascinante obsesión por explorar el mundo con sus bocas: ¡comen, juegan, se acicalan, socializan y mordisquean todo lo que les pique la curiosidad! Es la forma en que aprenden.
Y, a veces, ¡se meten en problemillas!
Pero antes, dato: Alrededor del 80% de los perros y gatos mayores de tres años y de raza mini tienen algún problema dental.
Piénsalo, ¡eso son un montón de bocas necesitadas de ayuda!
¿Y cómo de grave puede ser un problema dental en un perro o un gato?
¡Te sorprenderías!
La boca de todos los animales está llena de bacterias de diferentes tipos, ¡y nuestros peludos no son la excepción!
Cuando esas bacterias se combinan con restos de comida y microorganismos externos, forman la temida placa dental. La acumulación de placa se transforma en sarro y trae consigo un séquito de problemas molestos.
Imagina el panorama: Mal aliento, encías inflamadas y a veces sangrantes, dolor constante, dificultad para comer y ¡pérdida de dientes!
¡Pero eso no es todo!
Si no se tratan a tiempo, pueden llegar a afectar a otras zonas más importantes como el corazón, el hígado y los riñones ¡Poca broma!
Vamos, que algo como la higiene dental de tu mascota es algo tan serio como la tuya.
Problemas dentales comunes y cómo atajarlos
Así que vamos a repasar juntos algunos problemas dentales comunes y cómo lidiar con ellos.
Gingivitis
Nuestro peludo experimentará dolor, inflamación, enrojecimiento y sangrado de las encías, por no hablar de la halitosis (un aliento apestoso)…
¡Puaj! ¡Besos no, gracias! Pero no te preocupes, podemos solucionarlo. Solo necesitamos una limpieza profesional y cuidado dental en casa.
Periodontitis
Si no frenamos la gingivitis, la infección avanzará hacia otros tejidos y huesos. Provocando retracción de encías, dientes movibles o su pérdida, abscesos, exceso de salivación, apatía, falta de apetito e incluso, ¡fracturas mandibulares!
Pero no temas, tenemos un plan de acción: una limpieza dental profesional, extracción de dientes dañados y, en casos avanzados, cirugía.
Fracturas dentales
Sus dientes pueden romperse al masticar cosas duras, jugar bruscamente o si hay problemas dentales sin tratar. Sentirán dolor y dificultad para masticar, sangrado y sensibilidad al tacto.
¿La buena noticia? ¡Hay solución! A veces se requiere extraer el diente, pero en otros casos podemos hacer maravillas con endodoncias o coronas.
¿Quienes son más propensos a tener sarro?
El sarro acumulado es un problema que afecta a la mayoría de especies, razas y edades pero sobre todo hay que prestar especial atención a:
- Los que ya han cumplido los 2 ó 3 años de edad.
- Los pequeños o de raza mini.
- Los que no tienen una higiene dental diaria.
- Los que suelen recibir comida o premios de textura blanda.
En el podio de los perretes tenemos a los:
- Yorkshire Terrier
- Chihuahua
- Bichón Frisé
- Caniche Toy
- Mestizos de 5 kg o menos
Y en el reino de los gatos están los:
- Siameses
- Gato Persa
- Maine Coon
¡Pero ojo! Eso no significa que todos los miembros de estas razas vayan a tener problemas dentales, simplemente tienen una mayor predisposición.
Ahí van algunos consejos prácticos de higiene dental
¡Todos los animales necesitan cuidados dentales! Así que, sin importar la especie y raza de tu peludito, manten sus dientes y encías en perfecto estado de revista.
- ¡Agua fresca y limpia!
No solo los mantiene hidratados, sino que también ayuda a la salivación y arrastra las bacterias presentes en su boca. - ¡Cepíllales los dientes!
Sí, sabemos cómo suena y no, no nos hemos vuelto locos. Ellos también lo necesitan para prevenir problemas dentales y ayuda mucho en el control de producción de sarro.
Usa un cepillo y una pasta dental enzimática para mascotas (la de los humanos es tóxica para ellos). Puede ser difícil de inicio, pero con paciencia y práctica desde peques se acostumbrarán, y vosotros también.
Si pedimos una misión imposible, otra opción sería intentar un cepillado suave de dientes con una gasa enrollada en el dedo y complementarlo con el uso de productos en el agua o polvos sobre la comida, para el control del pH de la boca. - ¡Aliméntalos bien!
¡Somos lo que comemos! así que, ¡ojo con la comida basura, es igual de sabrosa que peligrosa!
Una dieta equilibrada y nutritiva es clave para la salud.
Opta mejor por un alimento seco y crujiente (los húmedos se quedan entre los dientes provocando infecciones).
Y sí, ¡aquí el tamaño importa, amigos!
Es mejor elegir una croqueta mediana para favorecer que mastiquen y no engullan como Gremlins. - ¡Juguetes a la carga!
¡A nuestros peludos les encanta masticar!
Nuestras plantas y muebles de casa son prueba de ello, así que dale rienda suelta a su pasión con huesos, cuerdas y juguetes dentados diseñados para limpiar los dientes, masajear las encías y reducir la placa.
¡Se entretendrán por horas y te ahorrará disgustos! - ¡Premios saludables!
¿Quién puede resistirse a esa miradita, propia del gatito de Shrek?
Sabemos que es difícil resistirse a esos ojitos suplicantes. Asumámoslo, nos encanta consentirlos a cualquier hora, pero ¡cuidado, hay que elegir bien!
Opta por golosinas naturales, como hígado deshidratado, o los diseñados para mantener sus dientes limpios y no solo sus barriguitas contentas y tus bolsillos vacíos.
¡Dos pájaros de un tiro! - ¡Es mejor visitar al veterinario, que recibir la visita anticipada del ratoncito Pérez!
Lo sabemos, a nadie le gusta ir al dentista, ¡a ellos tampoco! Pero no subestimes el poder de una visita regular, ya que podrá detectar problemas y tomar medidas a tiempo, como una buena limpieza dental profesional (sobre todo en razas pequeñas).
Debemos mentalizarnos de que ir al dentista es una cuestión de salud y no de estética, por lo que antes o después, al igual que en las personas, las limpiezas dentales profesionales deben ser una parte más de una buena rutina saludable de higiene dental.
Recuerda, cuidar la salud dental de tu peludo no solo garantiza una sonrisa fresca y brillante, también previene enfermedades y asegura su bienestar general.
Así que ponte manos a la obra y ayuda a tu amiguito a tener una boca feliz y saludable! ¡Tu peludo te lo agradecerá con una sonrisa (o al menos con un aliento fresco, que siempre es de agradecer)!