Los peligros de las espigas

Cuantas veces disfrutamos de ver a nuestros peludos pasándoselo en grande corriendo en el campo en zonas de hierbas altas, como Kratos y Joy en la foto. Mientras está verde y tierno, no hay mayor problema, pero…¿y cuando empieza a secarse?

Llegan las altas temperaturas y con ellas, ese campo que hasta hace nada era un mar verde en donde nos divertíamos al ver a los pequeños perdiéndose entre la hierba alta o escondiéndonos nosotros para que nos encuentren, se ha convertido en un lugar que puede resultar peligroso para nuestras mascotas.

Es muy frecuente encontrar espigas clavadas en nuestros animales en forma de cuerpo extraño. Las presentaciones y sintomatologías mas frecuentes son las siguientes. 

Oídos

La forma en que tenga las orejas no nos salva de poder sufrir esta presentación, es indiferente que tengan las orejas caídas o erguidas. En caso de que una espiga acabe en el oído de nuestra mascota, lo más habitual, será ver que el animal comienza a sacudir la cabeza y se quejará del oído, junto con un comportamiento diferente al habitual (por norma general, más nervioso). En caso de no actuar a tiempo, nos arriesgamos a que se produzca una otitis y en casos graves, incluso , puede darse el caso de ruptura de tímpano. 

Cuando el animal se presenta en la clínica, dependiendo de la rapidez, lo más probable es que pueda ser extraída sin mayor complicación. En algunos casos, debido a que es un procedimiento algo molesto, se optará por tranquilizar/sedar al animal para asegurarnos de que la extracción no provoque lesiones más serias. 

Nariz

Es MUY frecuente. Este caso suele detectarse rápidamente porque el animal no parará de estornudar, golpearse la nariz con las patas o contra el suelo, y en algunas ocasiones habrá sangrado nasal. Quizás, sea la presentación más aparatosa, en este caso deberemos sedar al animal rápidamente para extraer el cuerpo extraño.  
Por su forma en punta, si la espiga contacta con la piel, puede clavarse. En ese momento comienza a profundizar en el tejido, debido a que los extremos favorecen este desplazamiento hacia el interior e imposibilitan la expulsión de la misma.

Boca

Si, como leéis, ¡en la boca! ¿Cuántos de vuestros pequeños no se ponen a comer hierbas del campo? Las espigas se pueden alojar entre la encía y mandíbula y crear un absceso en la boca.

Abscesos en extremidades y piel

Esta presentación es más frecuente en animales con pelo muy denso o largo, unido a mayor cantidad de pelo entre las almohadillas. Al pasear, ya sea por el campo o por la calle, la espiga se enreda en el pelo y empieza una carrera que puede llegar hasta clavarse en la piel del animal si no la sacamos a tiempo. En este tipo de presentaciones es frecuente el tener que administrar medicación para controlar el dolor y las molestias que sufre el animal. Cuando la espiga se clava entre los dedos (lo habitual es que se clave de abajo hacia arriba) nos daremos cuenta porque el animal no para de lamerse esa zona y veremos una masa enrojecida sobresaliendo de entre los dedos. Es frecuente el tener que meter unas pinzas especiales para retirar el cuerpo extraño, aunque en algunas situaciones incluso tenga que pasar por quirófano, sobre todo cuando no termina de localizarse. 

En el caso de que la espiga se aloje en el cuerpo, ésta puede pasar inadvertida, pudiendo llegar a migrar la suficiente distancia como para alcanzar cavidad torácica, abdominal… Esta presentación es muy peligrosa, puesto que no veremos síntomas en el animal hasta que haya un gran problema como perforación pulmonar o absceso en abdomen. En este caso se requerirá cirugía. 

Así que aquí vienen nuestras recomendaciones para intentar prevenir el mal trago:

  • No dejar que los animales se metan por los campos de cereales.
  • Cuidado con los paseos por calles cercanas al campo puesto que las espigas pueden estar en el suelo y entrar en la nariz.
  • En perros con mucho pelo, está prohibido el dejarle entrar en los campos donde haya espigas.
  • Tras el paseo, revisar a contrapelo toda la piel y las almohadillas, retirando todo cuerpo extraño que encontremos. 
  • Y en caso de que la espiga haya logrado clavarse en la piel o introducirse en cavidades (nariz, oídos), acudir a vuestro veterinario de confianza para extraerla.

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