¡Atención, ya está aquí la temida Procesionaria!

Este año no estamos teniendo un invierno particularmente frío, y como consecuencia, la aparición de la procesionaria se ha adelantado y ya comienzan a saltar avisos de su presencia en muchas comunidades. El encuentro con estas orugas puede suponer un gran problema, que si no actuamos de forma rápida y correcta, puede terminar en un fatídico desenlace. 

¿Qué es la procesionaria u oruga de los pinos?

En muchas ocasiones, reuniones con amigos que tienen perros, en parques caninos, también gente con niños… habréis escuchado la típica advertencia de “cuidado con la oruga” o “no vayas por zona de pinos”, esto se debe al pequeño pero peligroso insecto (especial cuidado con niños y mascotas) del que os vamos a hablar, la oruga procesionaria u oruga de los pinos. 

Su nombre científico es Thaumetopoea pityocampa, es una polilla ampliamente extendida por los pinares de la península ibérica, sobre todo en zonas con clima mediterráneo. Estas polillas suelen aparearse al anochecer y la hembra pondrá sus huevos esa misma noche en las ramas de los pinos, una media de entre 100 y 300 huevos.

Las larvas pasan por cinco estados larvarios, que en climas fríos pueden llegar a durar hasta 8 y 9 meses. Al eclosionar los huevos, las orugas empiezan a alimentarse de las acículas (la «hoja» del pino) y construyen los típicos bolsones, que vemos en esta época del año, en los que las larvas (orugas) se protegen del frío.

Cuando llegan al tercer estado larvario, la oruga presentará unos filamentos urticantes a lo largo de su cuerpo, que son los que representan un peligro tanto para nuestras mascotas, como para los humanos y es al llegar al quinto estado larvario, que la procesionaria baja formando las características filas que les dan su “apodo” para buscar donde enterrarse (también pueden bajar antes si el árbol donde se encuentra el bolsón no puede alimentarlas por su gran voracidad) y pasar al estado de crisálida.

Este comportamiento de las procesionarias responde a un mecanismo de defensa, ya que de esta manera se protegen mutuamente la cabeza (la zona desprotegida) de sus depredadores, y únicamente la primera oruga es vulnerable al ataque de sus depredadores.

Este hecho puede resultar muy curioso (tanto a los animales como a los niños) y es al tocarlos cuando aparece el peligro o cuando la oruga se siente amenazada que lanzará al aire estos filamentos con dicha propiedad urticante y muy tóxica. 

¿Qué efectos pueden provocar en nuestras mascotas?

La/s zona/s que hayan entrado en contacto con los filamentos (pelitos) de la oruga van a presentar irritación e inflamación, lo más habitual, es que esta irritación se presente en la boca, cara y/o patas, de forma puntual hemos llegado a ver casos de que el animal presenta la irritación en el abdomen o en el lomo (si el perro se ha restregado contra las orugas). 

El daño más típico y característico se produce en la boca si el animal chupa la oruga. Estos animales se suelen presentar de urgencia con un babeo excesivo, lengua inflamada y mucho dolor en la boca, asociado al malestar y el estrés también pueden sufrir de hipertermia.

Es muy importante que le contéis al veterinario si habéis estado en el campo o cerca de zona de pinos, ya que contra más información facilitéis, más rápido podremos averiguar la causa, y por tanto, poner el tratamiento adecuado.

Con el paso de las horas y/o días, empieza a verse que la lengua comienza a “pelarse” e incluso que en algunas zonas empieza a ennegrecerse y necrotizarse (el tejido muere). 

En otras ocasiones, simplemente vemos que nuestro peque (ya sea perro o gato) tiene molestias en la zona de la trufa o en los ojos, y esto puede ser debido al ponerse en contacto con los filamentos de la oruga que actúan como un tóxico químico.

Puede que nuestro peludo no haya tocado a la oruga directamente, pero si esta se siente amenazada, puede lanzar al aire los pelillos urticantes. 

No queremos ser alarmistas, pero, si nuestra mascota entra en contacto con este insecto, es una URGENCIA GRAVE O MUY GRAVE, ¡la inflamación que produce puede llegar incluso a producir asfixia al animal por cierre de las vías aéreas!

Sintomatología

  • Hipersalivación (babeo abundante).
  • Dolor en la zona que ha entrado en contacto (el animal intentará restregarse la zona ¡NO LE DEJÉIS!).
  • Irritación, enrojecimiento..
  • Inflamación
  • Comportamiento inquieto, nervioso…
  • Úlceras.
  • Dificultad para respirar.
  • En casos muy graves, Shock.

¿Cómo actuar?

Si estamos de paseo en medio del campo y nuestra mascota empieza a manifestar los primeros síntomas, tenemos que actuar con rapidez. 

  • Aparta al perro de la zona donde entró en contacto con la oruga.
  • Con cuidado, debemos lavar las zonas que hayan estado en contacto con la oruga, a ser posible con agua templada para desactivar el tóxico y SIN FROTAR para que los pelos de la oruga no penetren más en la piel del animal. Si es la zona de la boca, hacedlo asegurándoos de que el animal no ingiera ese agua, de dentro hacia fuera
  • Extremar las precauciones porque puede pasar que al lavar la cara/patas o boca del animal, nosotros nos pongamos en contacto con los pelitos de la oruga que tiene nuestra mascota y que nos afecte a nosotros también Lo ideal sería realizar la limpieza con guantes e incluso gafas para minimizar los riesgos. 
  • ACUDID A VUESTRO VETERINARIO DE CONFIANZA U HOSPITAL 24H EN LA MAYOR BREVEDAD POSIBLE . De camino al veterinario, llamad para avisar y que así estén preparados a vuestra llegada. Ni os lo penséis, el contacto con la procesionaria es una urgencia, y el animal va a necesitar tratamiento inmediato. La precocidad del diagnóstico y el comienzo del tratamiento están muy ligados con el desenlace y las posibles secuelas.

El tratamiento

Consiste en disminuir toda la sintomatología que presenta el animal. Lo más normal es el uso de corticoides de acción rápida, antihistamínicos, protectores de estómago e incluso antibióticos. En casos muy severos, puede ser necesario llegar a intervenir quirúrgicamente. 

¿Cómo podemos evitar el contacto con la procesionaria?

  • Evitad, en la medida de lo posible, zonas donde haya pinos y sus alrededores (el viento también puede transportar los pelos urticantes) en los meses de finales de invierno, principio de la primavera, generalmente suele ser entre los meses de Marzo a Mayo, pero este año se ha adelantado y ya se las está viendo. 
  • No manipular los bolsones, ya que contienen restos de pelos urticantes de las orugas.
  • Si vemos la tipica formacion de procesión, NO PISARLA NI RESTREGARLAS o nos podemos llevar los «pelitos» a casa. 
  • Puede pasar que “tengamos al enemigo en casa” por lo que en este caso deberíamos de aplicar tratamientos específicos frente al insecto en cuestión, como son feromonas, podas, insecticidas
  • Es importante que en caso de detectar los nidos en zonas ajardinadas, demos aviso a las autoridades pertinentes.
  • Si no podemos evitar pasar por una zona donde creemos/sabemos que hay procesionaria, mantened al animal atado y vigilado para evitar que entre en contacto con ellas, no le dejéis bajar la cabeza para oler el suelo. Hasta pasar la zona de peligro, lo mejor es que el animal vaya bien pegado a vosotros y con la cabeza bien alta y si su tamaño permite el llevarlo en brazos, mejor que mejor. 

Consejos finales

Para terminar, como consejo, en los paseos no estaría de más llevar una mochilita con los elementos necesarios para unos primeros auxilios.

  • Botella con agua (para lavar la zona), aunque lo ideal sería un termo con agua templada.
  • Guantes de látex.
  • Gafas o pantalla para proteger los ojos de filamentos.

Somos pesados, pero debemos insistir, ante sospecha de contacto con procesionaria, ni os lo penséis, ACUDID A VUESTRO VETERINARIO O AL MÁS CERCANO INMEDIATAMENTE. 

No nos cansaremos de decir que la prevención es primordial, así que si veis bolsones en los árboles, evitad la zona. Y si os es imposible evitarla, pasad rápido, evitando que vuestra mascota olfatee la zona y con los ojos bien pegados al suelo para detectarlas y rodearlas.

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